Llegamos sobre las 11h al sector de Garrapatillos, donde nos dividimos en dos grupos, de manera a que Héctor se quedó en los sextos a pie de carretera con los más mayores, y Guada con Yael y Alba en las vías de quintos a unos pocos metros de los demás, subiendo por la senda de la derecha. Fue un día muy agradable, donde todos nos hinchamos a escalar. Una roca estupenda y unas vías muy bonitas, a pesar de que en algunos pasos alejaban las chapas, pero en general muy bien equipadas, … ¡Para volver! Alba y Yael escalaron con sus padres, Elvira debatía consigo misma el subir de primero en roca (por cierto, reto superado, ¡muy bien, Elvira!), y los demás pusieron a prueba su resistencia y fuerza en cada paso hasta llegar a la reu al ser vías de 15 metros .
Entre risas y aprendizaje a través de la experiencia, pasamos un día en el que todo el mundo pudo disfrutar de un buen ambiente, roca, ratitos cálidos al sol y un lugar en el que las vías nos siguen esperando.
Para aprovechar bien el día, fuimos al pueblo de Olvena, a conocer la zona de boúlder arriba del pueblo, en unas cuevas de pastores bajo los nidos de los buitres, que tomaban vuelo sobre el valle por encima de nuestras cabezas. Nos motivó ver cómo se lo habían montado, con cinta de equilibrio y todo, ¡muy guapo! Desde arriba del pueblo las vistas eran preciosas y sino fuera porque el tiempo apremiaba para aquellos que querían seguir entrenando a la tarde (jeje), nos hubiéramos quedado continuando a visualizar las crestas de Olvena, hablando de las vías de escalada de la zona, de lo bonito del paisaje... ¡Hasta la próxima!
Esta semana más y mejor!!
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