Como estaba programado y gracias a que el tiempo respeto, partimos el domingo hacia Morata de Jalón, una de las mejores escuelas que conozco para iniciarse en esto de subirse por las piedras, con decenas de vías de 5º y 6º grado y todas las orientaciones (vamos, que no hay excusa para no trepar allí en cualquier época del año).
Esta es la segunda salida a roca de las tres que están previstas con los integrantes de la escuela de escalada. La anterior tuvo lugar hace 3 semanas, y el destino fue Alquezar. Allí escalamos unas plaquitas al sol, que ya venía bien dado el tempero reinante.
Como en la anterior salida, se consiguieron los objetivos que habíamos planteado: fomentar la convivencia del grupo, mejorar la escalada en placas tumbadas (algo difícil de practicar en los rocódromos) y conocer un sitio distinto, donde padres/madres con sus hij@s pueden ir a escalar por su cuenta siempre que quieran.
También vinieron los miembros de otros grupos de la escuela, el de "tecnificación" y el único miembro (hasta la fecha) del "equipo de escalada". Éstos tenían "deberes" asignados, pues ya habían estado en el lugar y sabían que vías debían intentar (algunos sacaron nota, probando a vistas difíciles y consiguiendo alguna vía reseñable en 2 intentos, si bien otros no alcanzaron el aprobado, sobre todo en actitud..., así que como no recuperen en Rodellar catean fijo este año).
Quisiera destacar la visita de los abuelos de Ana al sector, comprobando de primera mano lo seguro y divertido que es este deporte. Tres generaciones en una escuela de escalada, que si bien es "para todos los públicos", desde luego no se ve todos los días!
También aprovecho estas últimas líneas para mandar un agradecimiento especial a "Jandro" y señora, y a Belén, pues sin ellos no hubíesemos podido llevar a cabo esta salida tal y como lo hicimos. GRACIAS de verdad.
Ahora a seguir entrenando, que después de las vacaciones viene la final provincial y la salida a Rodellar.
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